Un perfil genético nuevo entre las víctimas del atentado a la AMIA

Expertos del Cuerpo Médico Forense, del Equipo Argentino de Antropología Forense y de la Universidad de Buenos Aires, analizaron los perfiles de las muestras reservadas en la División Laboratorio Químico de la PFA y señalaron que todos correspondían a víctimas registradas del atentado, excepto uno.

El descubrimiento obligó al equipo de fiscales a trabajar en torno a ese nuevo perfil y así la hipótesis de un atacante suicida volvió a cobrar relevancia. En la Justicia ya suena un nombre y apellido: a Ibrahim Hussein Berro se le atribuye haberse inmolado para provocar el atentado en la AMIA. Berro tenía 21 años en 1994, era libanés y pertenecía al Hezbollah.

El informe dio respuestas además al pedido de los fiscales especializados sobre la verificación de identidad de quien, hasta hace meses atrás, era la única persona anónima fallecida en el ataque terrorista, a pesar de haberse hallado su cuerpo. En este caso se trata de Augusto Daniel Jesús, quien murió en el atentado al igual que su madre María Lourdes. Con la prueba genética se confirma la certeza que ya había aportado el hallazgo del DNI del joven entre los escombras del edificio de Pasteur al 600.

Los peritos analizaron los restos inhumados de las 85 víctimas, “para satisfacer inquietudes que algunos familiares” sobre la concordancia de restos e identidad, según explicó en un comunicado el Ministerio Público Fiscal.

El hallazgo de un nuevo perfil hasta ahora desconocido y que no pertenece a ninguna de las víctimas será enviado ahora a Estados Unidos “para intentar cotejar el perfil obtenido con el correspondiente a muestras de familiares del individuo sospechado», dijo la fiscalía. En ese país viven dos hermanos de Berro.

 

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