CFK: “Me quieren callada, pero no me van a asustar”

Horas después de que el juez Bonadio pidiese al Congreso que autorice la detención de Cristina Fernández por “traición a la patria”, la expresidenta convocó a una conferencia de prensa y acusó al actual titular del Ejecutivo, Mauricio Macri de “manipular a la justicia”.

El magistrado imputa a CFK y a otros 13 imputados, entre ellos el excanciller Héctor Timerman, de montar un «plan criminal orquestado y puesto en funcionamiento» para «dotar de impunidad» a los iraníes sospechados de la autoría intelectual del atentado terrorista contra la mutual judía en la ciudad de Buenos Aires, la Amia, que dejó 84 muertos.

La causa por presunto encubrimiento estuvo dormida en el despacho de Bonadio hasta la llegada de Macri al poder, en diciembre de 2015. El juez fue entonces más allá y agregó a Kirchner el cargo de traición a la patria, una figura que aplica a los altos funcionarios que en tiempos de guerra ayudan al enemigo en contra de los intereses de su país.

“Bonadio dice que los dos atentados terroristas, el de la embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992 y el de AMIA son actos de guerra. Esa fue la única manera que encontró en su mundo jurídico para traer de los pelos la figura de la traición a la patria”, explicó Cristina Fernández.

“No soy la única persona que sufre estas extorsiones, sí quiero decirles que no van a tener resultado y que voy a seguir haciendo lo que siempre hice, que es defender los intereses de las grandes mayoría nacionales. Me quieren callada y con la espada de Damocles sobre mi cuello», dijo.

 

La Cámara alta tiene ahora en sus manos la suerte de la expresidenta. Cuenta con 180 días para decidir.

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