El vino se produce cada vez menos mientras su demanda crece

La superficie de cultivo y la producción de vino en el mundo ha caído un 4% desde 2000 a pesar de que la demanda creció un 7%. En algunos medios industriales se teme incluso que, en un futuro, el vino pueda faltar.

Según la Oficina Internacional del Vino (OIV) en datos difundidos por el diario El País de España, entre 2000 y 2014 se han perdido 300.000 hectáreas para cerrar este último año en las 7,5 millones.

Este dato no ha sido igual en todas partes. En esos 14 años, Europa perdió algo más de 800.000 hectáreas cultivadas y ha pasado de suponer el 63% de los viñedos de todo el mundo para significar solamente el 54%. Mientras, el cultivo se incrementaba especialmente en Asia, —que pasaba del 19% de la superficie al 24%, con 1,82 millones de hectáreas— y en América, donde aumentaba del 12% al 14%.

La caída de la producción europea ha sido la principal protagonista del descenso en la producción mundial del vino. En la UE se vinificaron solo 246 millones de hectolitros —la cifra más baja desde 2000— frente a los 266 millones de hectolitros del año anterior y las cosechas récord de 2004 (con 298 millones de hectolitros) o los 290 millones de 2013. La estabilidad o los ligeros recortes a la baja o al alza de las producciones de terceros países como Argentina (con 11,8 millones de hectolitros), Chile (con 9,5), Sudáfrica (con 10,8) o Australia (con 13,9), no han tenido efectos significativos para modificar el comportamiento de los mercados vinícolas.

Con estos datos, no se puede decir que el consumo de vino haya tenido un crecimiento espectacular en el mundo, pero en conjunto se puede hablar de subidas que para la OIV se sitúan en una media del 7% anual desde 2000. En este periodo, el consumo comenzó con 226 millones de hectolitros para llegar en 2006 y 2007 a los 250 millones.

 

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