Las entrañas de Vaca Muerta y su desagüe de residuos de hidrocarburos

Luego de que la fiscalía de delitos ambientales de Neuquén realizará una inspección en la gigantesca formación de hidrocarburos no convencionales de Argentina, Vaca Muerta, y detectara que las piletas de disposición de residuos están desbordadas, una treintena de activistas de Greenpeace se adentraron en el vertedero y paralizaron la actividad durante varias horas.

Son dos muestras de una problemática que comienza a preocupar a nivel mundial por las faltas de controles para hacer cumplir la ley.


Las piletas de residuos tóxicos de Vaca Muerta se extienden por una superficie de 13,6 hectáreas, el equivalente a 15 campos de fútbol. Están en manos de la compañía argentina Treater y las empresas petroleras que figuran entre sus clientes, como YPF, Shell y Total, denunciadas hace cinco meses en los tribunales.

En la inspección del Ministerio Público Fiscal se detectó, además del desborde de las piscinas, que los residuos depositados no cuentan con el tratamiento previo exigido por la ley.

 

Vista aérea de las piletas con residuos hidrocarburíferos de Treater. (Foto MARTÍN KATZ / GREENPEACE)

La querella también acusa a Treater de no respetar la distancia mínima de un núcleo urbano, que es de ocho kilómetros, y de tener piletas de disposición de residuos sin canales de drenaje adecuados ni mallas protectoras que eviten la contaminación de suelos y napas de agua, tal como exige la legislación nacional.

El gas y el petróleo de Vaca Muerta están atrapados en microporos a 3.000 metros de profundidad. Para extraerlos hay que destrozar la roca con agua, arena y químicos, un proceso conocido como fracking.

“Los residuos del fracking son más líquidos que los de la actividad petrolera convencional y necesitan un tipo de tratamiento diferente para retirar el tóxico. Deberían llegar al vertedero en un porcentaje de 70% sólido y 30% líquido y llegan al revés”, explicó al respecto Maximiliano Breide Obeid, a cargo de la investigación, en un artículo al respecto del diario El País de España.

 

 

El siguiente paso de la investigación, previsto para las próximas semanas, será la toma de muestras de tierra bajo las piletas de disposición y en los alrededores para determinar si existe contaminación.

Pese a su presunta responsabilidad, desde YPF declinaron hacer comentarios. Shell contestó por escrito que “como contratista de tratamiento y eliminación de residuos en la provincia de Neuquén, Treater está certificada por las autoridades pertinentes, quienes son responsables de verificar sus instalaciones”.



 

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