Una quinta parte de las especies terrestres es víctima del comercio internacional

Investigadores de Estados Unidos y del Reino Unido han calculado el número de animales con los que trafican los humanos y comprobaron que cerca de la quinta parte de las especies terrestres son capturadas y vendidas, ya sea enteras o por partes, en un comercio que es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad.

Según el estudio, publicado en Science y difundido por el diario El País de España en un artículo al respecto, el trabajo incluyó desde el tráfico ilegal de cuernos de rinocerontes o las escamas del pangolín hasta los cupos de comercio legal de algunas serpientes o aves cantoras.

De acuerdo a lo revelado por los investigadores, la inmensa mayoría de las especies analizadas proceden de las zonas tropicales y, cuánto más grande o raro es el animal, existe más riesgo de despertar el interés humano.

Los especialistas han usado varias bases de datos, en particular la de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), un tratado internacional con fuerza de ley.

A partir de ese sustento, los encargados de llevar adelante el estudio han encontrado que, de las 31.500 especies de aves, mamíferos, anfibios y reptiles terrestres incluidas en las bases de datos, 5.570 especies, casi el 18%, son víctimas del comercio internacional.

El trabajo no diferencia entre tráfico legal e ilegal, lo que es criticado por algunos conservacionistas.

Los más castigados en el relevamiento son los mamíferos (el 27% de ellos) y las aves (con el 23% de las algo más de 10.000 especies que hay). Por detrás quedan los reptiles (12% de sus especies) y los anfibios (9%).

El estudio también muestra que la inmensa mayoría de las especies con las que se trafica proceden de zonas tropicales como América Latina, el centro y sureste de África, la región del Himalaya, el sureste asiático y Australia.

Entre otro de los datos relevantes figura que mientras los mamíferos y aves tienden a ser capturados y vendidos por alguna parte de su cuerpo (plumas, cuernos, testículos), los reptiles y anfibios se venden como mascotas vivas.

Por último, gracias a estas investigaciones, los especialistas determinaron que otras 3.196 especies que se libran hoy del tráfico caerán en sus redes los próximos años.

 

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