Estados Unidos arrojó la “madre de todas las bombas” en Afganistán

Se trata de la bomba no nuclear más grande que existe. El presidente Donald Trump autorizó su uso contra un complejo de túneles del Estado Islámico (EI) en la provincia de Nangarhar (Afganistán), según informó este jueves el Pentágono.

Es la primera vez en la historia que Estados Unidos utiliza la bomba GBU-43 Massive Ordnance Air Blast (MOAB), un gigantesco proyectil de unas 10 toneladas de peso, diseñado para destruir complejos de cuevas y túneles subterráneos.

Esta demostración de fuerza se suma al reciente ataque a una base aeronáutica militar siria con 59 misiles crucero y la aproximación del portaaviones Carl Vinson a las costas de Corea del Norte, y marca una nueva tónica que se inició con la presidencia de Trump.

“El bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas estadounidenses que realizan operaciones sobre el terreno en esa zona, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del EI-Jorasán”, explicó el Pentágono en un comunicado.

El general John W. Nicholson, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, señaló que “esta es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el ritmo de la ofensiva contra el EI-Jorasán”. El Pentágono agregó que “se tomaron las precauciones para evitar víctimas civiles”, pese a que el proyectil, que es guiado al objetivo solo durante la caída, no es considerado de precisión.

 

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