La recaudación fiscal por la venta de cigarrillos no cubre ni la mitad de los tratamientos

Así lo afirman los últimos informes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), órgano regional de la OMS.  Los sistemas de salud en Latinoamérica gastan cerca de 33.000 millones de dólares en tratamientos por tabaquismo, lo que equivale al 0,5% del producto bruto interno (PBI) de la región y al 7% de todo lo que el continente gasta en servicios de salud cada año.

Actualmente, sólo 33 países en el mundo, entre los cuales hay sólo un latinoamericano (Chile), imponen impuestos que representen más del 75% del precio de un paquete de cigarrillos al por menor, según lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para desalentar el consumo.

El último 31 de mayo se celebró otro Día Mundial sin Tabaco, en el que la OMS y el Banco Mundial discutieron las políticas más efectivas para prevenir el efecto negativo del tabaquismo sobre el desarrollo y definieron que el objetivo más importante para incrementar substancialmente los impuestos es encarecer los cigarrillos.

De este modo, además de disminuir el consumo y, por ende, el riesgo de enfermar y morir prematuramente debido a los males asociados al uso del tabaco, la OMS quiere que la aplicación de altos impuestos a los cigarrillos sea vista como una medida fiscal para mejorar la salud de la población.

En la actualidad, hay más de mil millones de fumadores en todo el mundo, de los cuales 127 millones (11,4%) viven en la región de las américas, según la OMS. Desde la entrada en vigor del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, en 2005, la región ha progresado en la implementación de políticas de control del tabaco: cerca de la mitad de la población de la región está protegida por medidas efectivas de salud pública como son la protección contra la exposición al humo de tabaco, y la reglamentación de la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.

 

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