Por qué estamos solo en el principio de los fenómenos climáticos extremos

Ninguno de los últimos sucesos en el mundo en torno al clima puede catalogarse de inesperado, sin embargo, las consecuencias globales del aumento de las temperaturas, según creen la mayoría de los científicos, es la que genera que fenómenos naturales pautados y conocidos se conviertan en monstruos climáticos extremos.

Cuando el reciente huracán Harvey llegó a tierra, la agencia meteorológica de Estados Unidos lo definió como un fenómeno al que nunca se había enfrentado, algo totalmente nuevo. No el huracán en sí, sino el hecho de que se quedase estancado sobre el sur de Texas durante días soltando litros y litros de agua por metro cuadrado e inundando Houston, la cuarta ciudad del país. El miércoles, antes de continuar su camino destructor desde Texas a Luisiana, se convirtió en la tormenta que más lluvia había arrastrado en ese país norteamericano desde que existen mediciones.

Los monzones que está padeciendo actualmente Asia, y que ya han provocado mil muertos, son también extraordinarios dentro de su normalidad: este año las lluvias han llegado antes y con más fuerza que nunca. El miércoles un distrito del norte de Mumbai recibió en 24 horas la mitad de las precipitaciones habituales en el mes de agosto, según los datos históricos entre 1951 y 2000.

La semana pasada, Montreal, en Canadá, y Donegal, en Irlanda, también padecieron inundaciones calificadas como “del siglo”.

Algo similar puede decirse de la ola de calor que se abatió en agosto sobre Italia y los Balcanes: pulverizó tantos récords de temperatura que recibió un apodo muy descriptivo: Lucifer. El calor infernal llevó a diez países de Europa a lanzar alertas rojas por elevadas temperaturas.

“El entorno ha cambiado a causa del cambio climático provocado por la humanidad y eso ha producido que las tormentas sean más intensas y más largas”, aseguró en una publicación del diario El País de España Kevin Trenberth, experto en sistemas climáticos del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas de Estados Unidos.

“Estamos viendo este tipo de fenómenos extremos en muchos lugares del planeta. El clima sigue su curso natural, pero los fenómenos extremos son más fuertes y muchas veces se rompen récords. Utilizando términos de ingeniería, podemos decir que se superan los criterios de planificación y las cosas se rompen”, agregó el científico.

“Investigaciones recientes sugieren que los fenómenos climáticos que rompen nuestros esquemas históricos serán más frecuentes”, escribió en The New York Times con motivo de la devastación provocada por Harvey Noah S. Diffenbaugh, profesor de sistemas climáticos en la Universidad de Stanford. “Mis colegas y yo hemos establecido recientemente que el cambio climático ha aumentado las posibilidades de que se produzcan olas de calor que batan récords en el 80% del planeta y que en un 50% de la Tierra se produzcan acontecimientos extremos de precipitaciones o de sequía”.

 

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