El viento sopla cada vez más fuerte y las olas son más altas en casi todos los océanos del planeta

Un grupo de investigadores analizó unos 4.000 millones de registros de altímetros, radiómetros y difusómetros instalados en 31 satélites y llegó a la conclusión de que en casi todos los océanos y mares del planeta el viento sopla cada vez más fuerte y las olas son más altas.

Los resultados, publicados en la revista Science y difundidos por el diario El País de España, muestran que tanto la velocidad del viento como la altura de las olas no ha dejado de aumentar desde 1985. Además, nada le impide a los científicos pensar que ese incremento ya estaba sucediendo antes de la era satelital.

En las porciones norteñas del océano Atlántico y la del Pacífico, la velocidad media del viento (medida en metros por segundo) ha subido un centímetro al año. Eso hace que para todo el periodo de 1985 a 2018, los vientos sean ahora 33 cm/s más intensos. Mientras, en las cercanías del ecuador, apenas ha habido cambios, incluso los vientos son más calmos en porciones del Pacífico y el Índico centrales. Sin embargo, en toda la franja sur del planeta y en particular en el océano Antártico los vientos son mucho más fuertes, con un aumento de 66 cm/s.

Al estudiar solo el 10% de los registros más extremos, la velocidad de los vientos se dispara. En los mares más al norte, el viento ahora sopla casi un metro más fuerte. Mientras que en el océano Antártico lo hace a 1,5 m/s, es decir, un 8%, más que hace 30 años. Y hay zonas donde se acerca a los dos metros.

En cuanto a la altura de las olas, hay otros factores que influyen, como la temperatura o el mar de fondo, pero el más determinante es el viento. Por eso hay una correlación entre una mayor velocidad del viento y oleaje. Aunque los vientos medios tienen una ligera incidencia, a veces negativa, en el caso de los valores más extremos, han hecho que las olas del Antártico, por ejemplo, fueran en 2018 un 5% más altas que en 1985.

 

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