En la nariz está la clave para frenar al cáncer más mortal

“El cáncer de pulmón es el que más gente mata en todo el mundo y la razón es que casi siempre lo diagnosticamos tarde”. Avi Spira es neumólogo y director del Centro de Cáncer de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, y lidera actualmente una investigación clave para conseguir un buen método de diagnóstico temprano de esa terrible enfermedad.

“Para cuando los pacientes tienen los primeros síntomas y vienen al médico, normalmente, el tumor se ha extendido fuera del pulmón y no hay nada que podamos hacer”, lamenta este especialista en un artículo de ciencia publicado por el diario El País de España.

Los datos la Organización Mundial de la Salud indican que el 85% de los fumadores nunca desarrolla cáncer de pulmón, pero el 90% de los tumores se da en gente que fuma. Es decir que hay una población predispuesta genéticamente para sufrir este tipo de cáncer que mata, cada año, a más de un millón y medio de personas.

Según la OMS, su incidencia aumentará un 70% en las próximas dos décadas y, por tal motivo, el equipo de Spira trabaja en estudiar las células que “responden de una forma diferente al tabaco”.

“Cuando fumas, o cuando inhalas aire contaminado, las primeras células en tu cuerpo que responden son las epiteliales, que recubren el interior de la boca, la nariz y las vías respiratorias”, explica. En las personas con predisposición genética, “los genes que deben encenderse y apagarse en estas células para evitar el cáncer no parecen estar funcionando”.

Spira ha diseñado un análisis de más de 500 genes cuyo comportamiento es diferente en personas con riesgo genético de cáncer. El objetivo es que sirvan de alerta temprana y, posiblemente, ayuden a evitar muertes y también daños colaterales de las técnicas de diagnóstico actuales.

Los primeros resultados han demostrado que la expresión genética en las células de la nariz se puede usar como biomarcador para detectar el cáncer. Los resultados se han publicado hace unos días por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.

Tomar muestras de ADN del interior de la nariz permitiría detectar qué pacientes tienen riesgo

Spira ha estudiado a fumadores de alto riesgo de cáncer a los que se les hace un escáner de pecho en busca de nódulos, anomalías que podrían ser un tumor. Cuando esto sucede se puede realizar una operación para analizar el tejido del pulmón (biopsia), una intervención que conlleva sus riesgos y da bastantes falsos positivos. “Una de cada tres cirugías resulta ser benigna”, alerta el médico.

Este análisis se haría tomando muestras de ADN del interior de la nariz con un simple pequeño bastón. En un primer momento, permitiría detectar qué pacientes tienen marcadores de riesgo y deben hacerse la biopsia y cuáles no.

“El próximo paso”, cuenta Spira, “es hacer un nuevo ensayo clínico con muchos más pacientes para validarlo”. Uno de esos ensayos ya está en marcha en cientos de militares y veteranos de EE UU. “Los militares fuman más que el resto de la población y tienen un riesgo muy alto de cáncer de pulmón, así que estamos haciendo un estudio analizando los nódulos y usando el test nasal”.

Según este especialista, “probablemente tengamos los primeros resultados en dos años” y, “si funciona, estaríamos a dos o tres años de poder usarlo en clínica”.

En el futuro, esta técnica se podría usar de forma más generalizada, señalaron sus creadores, y ayudar a reducir la mortalidad asociada a esta dolencia.

 

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