Narcos 3ª temporada: más allá del Cartel de Medellín
La tercera temporada de la serie panamericana de Netflix se estrenó este primero de septiembre. Tras la muerte de Pablo Escobar, los creadores de la producción dan pruebas de lo que han insistido desde el principio: la serie no se trataba de un retrato del Cartel de Medellín sino de la historia del tráfico de la cocaína en el continente.
El foco en las primeras temporadas recayó en el capo colombiano protagonizado por el brasileño Wagner Moura. Los espectadores saben que el cuerpo del antihéroe quedó tendido sobre un tejado tras ser asesinado por la DEA en la segunda temporada.
A partir de lo que viene, habrá nuevos ascensos, en este caso dos: los hermanos Rodríguez Orejuela, que continuaron inundando las calles de Estados Unidos con droga y los campos latinoamericanos de sangre. “Nuestro enemigo está muerto y el negocio va viento en popa”, dice Gilberto Rodríguez, protagonizado por Demián Alcázar, en un momento del primer episodio de la tercera temporada.
La serie no deja de tener lo que muchos han criticado: una visión estadounidense del narcotráfico. Incluso, la nueva temporada está basada en un libro escrito por uno de los exjefes de seguridad del cartel que se convirtió en un sapo, un informante, para las autoridades de la DEA, encabezadas en la serie por el agente Peña (Pedro Pascal).