Una nueva vuelta de tuerca de Disney a la nostalgia se estrenará en los cines de todo el mundo en pocos días. Un spin-off de la legendaria Star Wars basada en una escena de una de las películas de la saga (Una nueva esperanza – Episodio IV), en la que los personajes comentan sin dar mayor continuidad al tema que los rebeldes poseían los planos de la Estrella de la Muerte gracias al robo de un puñado de espías.

Treinta y nueve años más tarde, las aventuras de esos rebeldes, fundamentales para que Lucas Skywalker acertara en el único punto débil de aquel planeta-nave creado para la destrucción, salen a escena con dirección de Gareth Edwards.

Al grupo protagónico lo lidera una mujer, Jyn Erso, encarnada por Felicity Jones. A su lado varios personajes interpretados por el mexicano Diego Luna, el británico-paquistaní Riz Ahmed, el afroamericano Forest Whitaker, el hongkonés Donnie Yan y el chino Wen Jiang. Sin duda una apuesta orientada a todos los mercados cinematográficos.

De hecho, el único actor anglosajón del grupo protagonista, Alan Tudyk, solo presta su voz al androide K-2SO.

Para los fieles, volverá Darth Vader con la todopoderosa voz de James Earl Jones. Y, según lo visto en el último anuncio emitido del filme, aparecerá Wilhuff Tarkin, que también sirvió a los dos bandos: a la República Galáctica y al Imperio Galáctico. Fue el comandante jefe de la Estrella de la Muerte y llevó a la princesa Leia hasta el planeta Alderaan solo para que viera cómo lo destruía.

Ante el problema sobre el intérprete que lo encarnó, el mítico Peter Cushing, que falleció en agosto de 1994, hubo una solución de Industrial Light & Magic, otra de las joyas de LucasFilms, que reconstruyó digitalmente a Tarkin/Cushing para coronar otro hábil movimiento de enlace con la trilogía de Anakin Skywalker.

También reaparecen Bail Organa, el personaje que encarna Jimmy Smits, y Mon Mothma, a la que ahora da vida Genevieve O’Reilly.