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El mundo de la cultura despide a Ricardo Piglia

El escritor, nacido en 1941 en Adrogué, falleció a los 75 años tras casi tres sufriendo una enfermedad degenerativa. 

Rodando junto al cineasta Andrés Di Tella, el director del documental 327 cuadernos, centrado en sus diarios, Piglia se enteró de que sufría ELA. La agonía, las dificultades cada vez mayores para leer y escribir, que superó con entusiasmo y un buen humor particulares, al estilo de Fontanarrosa, terminaron por convertirlo en un padre venerado de la cultura argentina.

Como otros referentes históricos, vivió fuera de su país muchos años, enseñó en Princeton, pero volvió para vivir sus últimos años en la ciudad de Buenos Aires.

Ese mundo cultural argentino que tanto lo quería se activó para obligar hace un año a su compañía de seguros a cubrir los 100.000 euros que costaba un tratamiento experimental con la que trataba de prolongar su vida. La presión movilizó a tanta gente importante que la iniciativa surtió efecto.

Para los interesados, un dato: Piglia se puede leer pero también se puede ver. La escritora Claudia Piñeiro recomienda ver 327 cuadernos: “Es un documental hermoso donde se lo ve desde otro lugar, más íntimo y que de alguna manera funciona como su despedida. Había dos grandes hasta este momento y debajo de ellos un pelotón: Aira y Piglia. Quien además de leerlo quiera verlo tenemos la suerte de que muchas de sus clases están en YouTube”, describió la autora de Las viudas de los jueves, Elena sabe, Un comunista en calzoncillos y otras obras.

Según contó Di Tella, al recordar el momento en el que el escritor le abrió la puerta de su ropero y le mostró la colección de escritos personales, Piglia le animó a grabar el documental para verse obligado a revisar sus diarios.

 

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