El triunfo de Parásitos en la 92ª edición de los premios Oscar con la estatuilla a la mejor película marcará un antes y un después en la historia de esa ceremonia con un proceso imparable de penetración internacional en la industria cinematográfica de Hollywood.
El filme dirigido por Bong Joon-ho ganó además los premios a mejor dirección, guion original y mejor película internacional. Estrenado en más de 1.000 cines en Estados Unidos, ha hecho más de 30 millones de dólares de taquilla solo en este país.
Solo 11 títulos en la historia han sido nominados como mejor película sin estar en inglés. Solo seis han estado nominados a la vez como mejor película extranjera. Ninguno había logrado el premio principal.
El director Bong Joon-ho, un coreano al mando del cine mundial.
Parásitos se impuso, además, en un año en el que Quentin Tarantino presentó Érase una vez en… Hollywood, una de sus mejores películas y una carta de amor a esta ciudad; Martin Scorsese, El irlandés, una obra que resume todo lo que espera el público de Scorsese; Todd Philips, Joker, un nuevo ángulo del cine basado en personajes de cómic muy impactante; y Sam Mendes, 1917, un drama bélico de mucho impacto visual que se había llevado todos los premios en los festivales previos.
Hace cinco años, la Academia de Cine de Hollywood se propuso hacer su cuerpo de votantes más internacional. Desde entonces, han entrado alrededor de 1.500 nuevos miembros que no son norteamericanos.
Ocho de los 10 premiados al mejor director en esta década no son estadounidenses.
