La cantante británica se llevó este domingo los cinco premios a los que estaba nominada, incluidos los tres máximos galardones: canción del año, álbum del año y grabación del año (el premio al producto completo). Es la primera artista en la historia en ganar estos tres galardones dos veces.

Con el disco 25 y la canción Hello, la industria de la música volvió a rendir pleitesía para con Adele, esta mujer de 28 años con una voz irrepetible que convierte en un éxito mundial todo lo que hace.

Cuando debutó, en 2008, los Grammy la premiaron como mejor nueva artista. Tres años después, con su disco 21, se llevó seis premios en una de las victorias más contundentes de estos premios.

Los actuales alardes vocales de Adele parecen superar lo que ya había hecho la artista europea en Rolling in the deep o Someone like you, las canciones que le dieron sus anteriores premios hace cinco años. Adele subió a recibir los galardones con el productor Greg Kurstin, que además de firmar la canción como compositor, recogió el premio a mejor productor del año.

Al subir por las dos últimas estatuillas, Adele ya estaba llorando. Muy emocionada recordó que los cinco años de ausencia estuvieron marcados por su embarazo y lo mucho que le ha consumido la maternidad. Desde el escenario, hizo su propio homenaje a Beyoncé, la artista que le disputaba la corona de los Grammy de este año. “Eres mis ojos. El álbum Lemonade es monumental. Te adoramos, joder”, le dijo a la artista embarazada actualmente de gemelos.

Beyoncé, con 22 grammys en su carrera, solo consiguió una vez triunfar en las categorías generales, con una canción del año. Adele fue la protagonista absoluta de la noche. Ella abrió el show cantando Hello y ella lo cerró.