El lunes se inició todo. Fue la introducción de un martes que dejó con el nudo en la garganta a varios. Y el miércoles se terminó por entender el desenlace: viviendas sin techos, centenares de árboles caídos y numerosos daños materiales. Un temporal de viento que, de tal intensidad, cobró propia vida en su definición: lo que pasó por la costa atlántica bonaerense, fue un auténtico ciclón.

Los vientos del fenómeno se sintieron fuerte en toda la zona de la costa altántica bonaerense. El ciclón tuvo su epicentro dentro del mar argentino, pero los vértices de su espiral impactaron con fuerza, incluso tierra adentro, en jurisdicciones más continentales.

Desde las zonas cercanas a la ciudad de Bahía Blanca, pasando por Monte Hermoso, San Cayetano, Necochea, Miramar, Mar del Plata, Santa Clara del Mar, Villa Gesell, Pinamar y las localidades del partido de La Costa, todos los distritos debieron cancelar su actividad escolar.

Telégrafo logró retratar el fenómeno desde la ciudad de Villa Gesell y armó su primera foto galería.