Una tortuga cabezona (Caretta caretta) regresó al mar desde las playas de San Clemente del Tuyú luego de permanecer poco más de un mes en observación en el centro de rescate de la fundación Mundo Marino donde diversos especialistas la ayudaron a recuperarse tras haber quedado atrapada en una red de pesca.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), su estado de conservación es “vulnerable”.
Atrapada en una red de pesca artesanal
La tortuga volvió al mar este miércoles 30 de agosto luego de que dos pescadores la detectaran varada en una red artesanal de pesca el 22 de julio pasado mientras se encontraban embarcados en aguas de la bahía Samborombón.
Sorprendidos por el hecho de que no es común encontrar tortugas marinas activas en los meses de invierno, los pescadores dieron aviso a la fundación Mundo Marino que los esperó y recibió en el puerto de San Clemente del Tuyú.
Análisis de la tortuga marina
En primer lugar se realizó un análisis sobre la tortuga en el que se pudo constatar que se trataba de un ejemplar de edad adulta de aproximadamente 50 kilos.
“Al animal se lo veía bien, pero se procedió a hacer un análisis de sangre para determinar su estado general de salud que resultó ser positivo. Como son animales con respiración pulmonar, las observamos un tiempo para corroborar que no hayan sido afectadas por el síndrome de descompresión, el cual podría generarles una embolia pulmonar por los cambios bruscos en la presión del agua. Por suerte, no fue este el caso”, explicó Vanesa Traverso, bióloga de la fundación.
Además, como parte del proceso de rehabilitación se mantuvo a la tortuga en una pileta con calentadores para darle confort.
Por otra parte, Traverso agregó: «La mayoría de las tortugas, especialmente la especie conocida como verde (Chelonia mydas), expulsan plástico mientras las tenemos en observación en nuestro centro de rescate. Es una problemática que afecta en menor medida a las especies cabezona y laúd, que también hemos atendido en nuestro centro. Por eso es importante el tiempo de observación. En el caso de esta tortuga cabezona, afortunadamente, no eliminó ningún elemento extraño compatible con basura marina”.
Regreso al mar tras un mes de recuperación
Finalmente, con la llegada de días con temperaturas más aptas, al estar bien de peso, sin lastimaduras o lesiones y con buenos parámetros en los estudios de sangre, el reptil marino pudo retornar a su hábitat.
“Hace varios años que venimos trabajando con la comunidad de pescadores artesanales para generar conciencia sobre cómo colaborar en la conservación de estos reptiles marinos, muchos de ellos en diversos estados de vulnerabilidad, según la especie. En ese sentido, les explicamos cómo darles los primeros auxilios cuando se enmallan en sus redes”, explicó Karina Álvarez, bióloga y responsable de conservación de Mundo Marino.