El arribo de diversas aves migratorias a la albufera de Mar Chiquita, para descansar, alimentarse o anidar para su reproducción y crianza; es por estos tiempos uno de los hechos más fascinantes de la naturaleza y su desarrollo merece la realización de un nuevo festival como sucede durante cada mes de noviembre.
A lo largo de los próximos sábado 4 y domingo 5, la fundación Verdepampa, junto a varias instituciones locales, regionales y nacionales, se reúnen junto a la comunidad para darle la bienvenida a las aves que llegan y así celebrar con múltiples actividades el 6° Festival de Aves Migratorias de la albufera de Mar Chiquita.
6° Festival de Aves Migratorias de la albufera de Mar Chiquita
Este año el festival cuenta con el apoyo del programa Gestionar Futuro del Ministerio de Cultura de la Nación.
Con punto de encuentro en la sede de la sociedad de fomento de Mar Chiquita situada en avenida San Martín y José Ingenieros del balneario parque de la albufera, todas las actividades serán gratuitas.
Durante el festival se realizarán salidas de observación de aves, visitas a la escuela sustentable y habrá charlas y talleres, tanto para adultos como niños.
Las jornadas buscan ser una celebración de la llegada de las aves a la albufera y no son una fiesta pensada para unos pocos entendidos.
“El festival es para todos y cuenta con expositores de renombre, avistajes de aves, talleres y opciones en gastronomía. Estos dos días son para encontrarnos, divertirnos, aprender y dejarnos sorprender por la naturaleza”, expresó Hugo Gribman presidente de la fundación Verdepampa.
El festival contará este año con un momento muy especial, a partir de la recepción que se hará a los egresados de la escuela intercultural bilingüe N° 905 de El Soberbio, de la provincia de Misiones, que llegarán a Mar Chiquita para conocer el mar.
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¿Por qué ciertas aves realizan año tras año el esfuerzo de migrar recorriendo miles de kilómetros?
Las aves migratorias saben cuándo partir, hacia dónde, cómo llevarán adelante ese viaje y para qué. Estos viajes no tienen principio ni final, son ciclos continuos.
Muchas aves necesitan un lugar apto para su reproducción, con el clima adecuado y alimento suficiente para criar a sus pichones. Cuando esta etapa de crianza finaliza migran para descansar en ambientes más apropiados.
En esa ruta las aves realizan paradas especiales para alimentarse, descansar y luego retomar su traslado e iniciar nuevamente su ciclo reproductivo.
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El playero rojizo, el playerito rabadilla blanca, y la becasa de mar son algunas de las aves que llegan en primavera desde el hemisferio norte (migradoras neárticas) cuando han concluido su ciclo reproductivo en el Ártico.
Las migradoras patagónicas como el sobrepuesto, la golondrina patagónica, la remolinera común, el chorlito doble collar, el chorlito pecho canela y la gaviota cangrejera, terminada la temporada de cría viajan hacia el norte en otoño.
Al tercer grupo pertenecen el pico de plata, el suirirí real, el churrinche, la tijereta, el picaflor verde y la golondrina de ceja blanca, que llegan desde el centro-norte de América del Sur en primavera-verano para nidificar.