Una beba que nació en Mar de Ajó fue operada con éxito del corazón

Una beba que nació en el hospital de Mar de Ajó fue operada exitosamente del corazón en el sistema público de salud bonaerense. Padecía una cardiopatía congénita y su tratamiento -de altísimo riesgo- se concretó en el hospital materno infantil de Mar del Plata.

La pequeña se llama Pilar y su mamá Celeste, y si bien permanecen internadas, están por obtener el alta. Ambas viven junto al resto de la familia en General Lavalle.

Cabe destacar que a los 15 días desde el inicio del embarazo empieza a formarse el corazón. El órgano es indispensable para la vida ya que bombea sangre a todo el cuerpo. 

A veces, ese proceso falla y se produce lo que en medicina llaman “cardiopatías congénitas”. Se calcula que 1 de cada 100 bebés sufrirá alguna de estas malformaciones cardíacas que figuran entre las primeras causas de mortalidad infantil.

El proceso de reparación es de muy alto riesgo: se debe parar el corazón y reemplazarlo por una bomba extracorpórea para que la sangre no deje de llegar a todos sus órganos. 

 

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“Las cardiopatías congénitas se desarrollan durante la gestación y se pueden diagnosticar a partir de la semana 20 del embarazo. Es una situación ideal para planificar el nacimiento en un hospital como el nuestro”, explicó Carlos Vázquez, jefe de Cirugía Cardiovascular del hospital Materno Infantil Victorio Tetamanti de Mar del Plata.

Es que en el nosocomio, hace 15 años se puso en marcha el plan nacional de Cardiopatías Congénitas. Así, las instalaciones cuentan con la complejidad y todos los recursos necesarios para efectuar estas cirugías al nacer.

 

 

Pilar: un caso inesperado

El de la beba que nació en Mar de Ajó fue un caso inesperado. Su mamá, Celeste (28), vive con su marido y su hija de 6 años en General Lavalle.

“Tuve un embarazo que parecía normal, la beba nació en el hospital de Mar de Ajó sin problemas el 10 de diciembre. Cuando nos iban a dar el alta, el 12, se descompensó, estaba morada”, contó. 

Luego de llevarla urgente a revisación, un médico le dijo que llame cuanto antes al papá porque la nena se moría. “Y realmente era así, pero no sabían que tenía. Llamé desesperada a mi pareja y a mi mamá. Nos dijeron que la única posibilidad de sobrevida era llevarla al hospital materno de Mar del Plata, pero era un traslado muy riesgoso y no sabían si iba a sobrevivir”, agregó.

 

 

Celeste viajó en la ambulancia junto a la beba, un médico y una enfermera. “Llegué al hospital de Mar del Plata desplomada, el viaje fue muy angustiante, no podía creer lo que estaba viviendo”, recordó.

A la media hora de ingresar ya sabían el posible diagnóstico: una cardiopatía congénita muy grave. El cirujano Carlos Vázquez confirmó que a Pilar la operación le salvó la vida. 

“Tenía la arteria aorta con una interrupción y un orificio entre las dos cavidades inferiores del corazón. Se restableció el flujo y se cerró el orificio en una bebé de menos de tres kilos”, explicó.

 

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Celeste, la mamá, aseguró que la cirugía duró seis horas, las peores de su vida. Desde las 8 de la mañana hasta las dos de la tarde lloró sin parar junto a su pareja. “Tenía mucho miedo de que alguien salga del quirófano a darme la peor noticia. Cuando los médicos dijeron que todo había salido bien quedé en shock porque era una cirugía a corazón abierto, con órganos dañados en una beba muy pequeña”, sostuvo Celeste.

En este sentido, destacó “la calidez humana que nosotros recibimos de toda la gente del hospital desde que entramos, siempre vamos a estar agradecidos”.

Pilar sigue internada con su mamá en una sala de pediatría. Lo peor pasó. Ya más tranquila, su mamá espera que le den el alta para volver a casa, donde las esperan su pareja y su hija de seis años: “Hoy estoy muy contenta porque ya tiene un poco más de fuerza y empezó a tomar la teta”, enfatizó.

Así, esta bebé que nació en Mar de Ajó sorteó una cirugía de corazón por una cardiopatía congénita: la salud pública le salvó la vida.