Ya rebajado a tormenta tropical, el fenómeno climatológico se alejó de Florida, en Estados Unidos, donde se registraron cuatro decesos después de la evacuación más voluminosa de la historia. Además, hubo 10 muertos en Cuba, donde el impacto y las inundaciones terminaron siendo mucho mayores que en cualquier otro lado del Caribe.
Luego de la alarma que generó durante todo el fin de semana, la gigantesca tormenta perdió fuerza y se moviliza en dirección noroeste dentro del país norteamericano. Hasta 5,6 millones de personas se quedaron sin luz en las zonas afectadas y la acumulación de agua causó enormes daños, aún sin cuantificar.
Con vientos de 215 kilómetros por hora, Irma alcanzó este domingo Estados Unidos, luego de que días antes sembrara la devastación en varias islas del Caribe, con decenas de muertos y miles de millones en pérdidas en Cuba, Barbados, San Martín y las Islas Vírgenes.
Las medidas preventivas fueron múltiples y las alertas intensas. El objetivo prioritario ha sido que el coste en vidas humanas sea menor que en otras catástrofes similares. Con Andrew, en 1992, fallecieron 65 personas, se perdieron 65.000 viviendas y los daños superaron los 26.000 millones de dólares. El balance de Irma, que mantiene su actividad este lunes, aún tardará en conocerse.