Tras el derrumbe del Dubrovnik, siguen en Villa Gesell los controles de obras
Luego del fatal derrumbe del hotel Dubrovnik en noviembre del 2024, se realizan sucesivamente en Villa Gesell controles sobre diversas obras privadas en ejecución, algunos de los cuales derivan directamente en la paralización de los trabajos que se desarrollan de modo irregular. En los últimos meses, desde el área municipal a cargo de supervisar esas inversiones, detectaron varias falencias.
A partir de las inspecciones efectuadas en las obras sin permiso, se emplazó a los profesionales y particulares a encauzar las intervenciones con el marco legal correspondiente.

La paralización preventiva de diversas obras privadas en Villa Gesell.
En consecuencia en los últimos días quedaron reanudadas las tareas de reparación en edificios que, tras su paralización preventiva, recibieron la utorización al cumplimentar la documentación exigida.
Desde la municipalidad de Villa Gesell afirmaron que, luego de detectar durante las últimas semanas trabajos iniciados sin los permisos reglamentarios en diversos edificios de la ciudad, las tareas han sido retomadas con las habilitaciones correspondientes.
Las intervenciones volvieron a quedar aprobadas luego de que los administradores de los inmuebles regularizaran la situación mediante la presentación de los permisos de obra exigidos por normativa.
En dicha gestión se declararon los trabajos a realizar, los profesionales responsables y la documentación técnica requerida: tras el derrumbe que dejó varias víctimas fatales, en Villa Gesell buscan realizar controles exhaustivos de las obras particulares.
Paralizaron obra ilegal en un edificio del norte de Villa Gesell
La ordenanza en Villa Gesell para las intervenciones edilicias
Cabe recordar que la ordenanza Nº 961/92 establece la obligatoriedad de solicitar permiso o aviso de obra para cualquier tipo de intervención edilicia, tanto por parte de propietarios individuales o administraciones en el caso de edificios sometidos al régimen de propiedad horizontal.
Esta exigencia busca garantizar la seguridad jurídica y técnica de las intervenciones, tanto para quienes ejecutan los trabajos como para terceros.
Además, asegura que las obras estén a cargo de profesionales matriculados, resguardando la legalidad y la calidad de las ejecuciones.
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