Se trata de Martín Fumarola, un cordobés que llegó a viajar 24 veces entre vuelos nacionales e internacionales, por un costo total de 30.000 pesos durante el período 2008-2012. Utilizó datos de tarjetas de créditos de terceros sin que la empresa se diese cuenta de la maniobra, pese a que siempre utilizó su nombre verdadero. Ahora irá a juicio.
Aunque el engaño ya se había descubierto en 2012, cuando la empresa cambió su sistema de control interno y la actividad de Fumarola pudo ser interrumpida, el Ministerio Público Fiscal lo juzgará por estafa al Estado.
El sujeto llegó a presentarte ante la aerolínea, canceló su deuda, pagó tres veces el monto de la estafa y hasta pidió que no le quitarán las millas que había sumado con los viajes. Quiso, por si fuera poco, que lo borraran de la lista negra de pasajeros y anularan las acusaciones en su contra.
Fumarola viajó gratis y registró hasta un máximo de ocho vuelos al año. Su ruta más frecuente fue ciudad de Córdoba-Caba, donde vive.
Aunque las empresas de tarjetas de crédito llamaban a la aerolínea advirtiendo que uno de sus clientes no reconocía el gasto y que, por lo tanto, el cargo no sería abonado, los viajes ya estaban concretados. Como precaución, nunca sacaba la vuelta. En el caso de vuelos internacionales, donde es obligatorio comprar ida y vuelta, sólo utilizaba el primer tramo.
El cordobés tuvo tanto éxito con sus operaciones, que Aerolíneas Argentinas lo nombró pasajero platino Ar-plus, como parte del programa de pasajeros frecuentes y cargó a su nombre el premio en millas correspondiente. Ahora está libre, por un monto apenas por encima de la estafa que cometió.
