Así lo aseguraron los concejales y el intendente de Villa Gesell Gustavo Barrera, luego de una reunión conjunta que se llevó a cabo en el Concejo Deliberante junto Gustavo Pereyra, propietario de la empresa El Último Querandí, concesionaria del servicio de transporte público.
La intención de la firma, según informaron desde la Comuna, era abordar rápidamente una suba en el boleto de colectivo, pero según el Gobierno local esto es “inviable porque implica violar el pliego de bases y condiciones”. Se resolvió entonces que desde la empresa se eleve el expediente necesario para modificar la tarifa de cara a 2018, pero el tratamiento se dará recién en noviembre.
Cabe recordar que la actual situación del servicio de transporte público está supeditada a la resolución del juez de Dolores, sobre la medida cautelar presentada por el empresario que busca la supresión del artículo que fija el valor del boleto y la implementación de tarjetas magnéticas.
En este marco, el intendente aseguró que defenderá “los derechos de los geselinos”, mientras negó tener algún tipo de animosidad hacia Pereyra, como se deslizó en más de una oportunidad. “Tenemos que defender lo que dice el pliego, con o sin el empresario; con o sin los concejales”, sentenció el jefe comunal de Villa Gesell.
Tras más de dos horas de debate, tanto el cuerpo de concejales como Barrera coincidieron en esperar la decisión de la Justicia, y buscar a través del diálogo diferentes alternativas al conflicto. Ante un planteo de Pereyra respecto al no recibimiento de subsidios durante los últimos dos meses -por un error administrativo- se le pidió al empresario toda la documentación correspondiente.
Además, el presidente del Concejo Deliberante, el edil oficialista Cristian Angelini, remarcó que se le solicitó también que presente por expediente de la readecuación tarifaria para 2018, la cual se dará recién en el mes de noviembre, para aplicarla a partir del año próximo.