El presidente norteamericano cumplió su amenaza y anunció el último jueves su salida como miembro de pleno derecho de la Organización para Educación, la Cultura y la Ciencia de las Naciones Unidas (Unesco). La decisión se hará efectiva el 31 de diciembre de 2018.
El Departamento de Estado estadounidense argumenta su determinación por el “continuo sesgo antiisraelí” de la agencia, algo que ha denunciado de manera rotunda la embajadora Nikki Haley desde que se puso al frente de la misión diplomática en la ONU. Israel anunció poco después que dará el mismo paso.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en declaraciones difundidas por el diario El País de España, “lamentó profundamente” la decisión del gobierno estadounidense porque se aparta «del gran papel» que ha tenido el país desde la fundación de la Unesco.
“El trabajo de la Unesco es clave para reforzar los lazos de la herencia común de la humanidad ante las fuerzas del odio y la división”, afirmó por su parte la directora general saliente de la agencia, Irina Bokova. “En momentos en que la lucha contra el extremismo violento requiere de renovadas inversiones en educación, en el diálogo entre las culturas para prevenir el odio, es profundamente lamentable que Estados Unidos se retire de la agencia de Naciones Unidas que lidera en estas cuestiones”, agregó en un largo comunicado.
Según sugieren desde el citado medio español, el nombramiento el pasado julio de la Ciudad Vieja del Hebrón -donde junto a unos 35.000 palestinos residen 800 colonos judíos en asentamientos protegidos por soldados israelíes- como Patrimonio de la Humanidad terminó por colmar la paciencia de la Administración que preside Donald Trump, que en paralelo está tratando de dar con vías para reducir sus aportaciones a Naciones Unidas.
El anuncio del Departamento del Estado se justifica también en el marco del proceso de reforma en marcha en la ONU. La retirada de la Unesco es un paso adicional en la dirección ya marcada tras el abandono del pacto del cambio climático de París y la amenaza de apartarse del acuerdo nuclear con Irán.