El oficialismo consiguió nuevamente el apoyo del bloque Argentina Federal para aprobar la reforma tributaria propuesta por el gobierno nacional y girarla para su tratamiento en el Senado. Se realizaron modificaciones a la propuesta original.

La aprobación en la Cámara de Diputados se dio a la madrugada por 146 votos a favor, 77 en contra –del kirchnerismo y la izquierda- y 18 abstenciones, principalmente del bloque que responde a Sergio Massa.

Uno de los puntos polémicos de la iniciativa tenía que ver con gravar con el impuesto a las ganancias a los montos percibidos por indemnizaciones y retiros voluntarios. Esto fue finalmente modificado, aunque sí lo pagarán quienes “se desempeñen en cargos directivos y ejecutivos de empresas públicas y privadas”, mientras las sumas excedan los montos indemnizatorios mínimos previstos en la normativa laboral.

Asimismo, se dejó de lado el artículo que establecía que las cooperativas destinadas a cuestiones financieras pagaran ganancias. También se dispuso reducir al 14% el impuesto a las cervezas –originalmente era del 17%- y mantener el 8% para las cervezas artesanales. Para las espirituosas, en tanto, pasó de 29% a 26%. Además, se agregó que las bebidas que contengan cafeína y taurina (energizantes) tributarán 10%.

Por otra parte, el proyecto que ya tiene media sanción estableció la renta financiera a personas físicas, del 5% en plazos fijos y títulos, y una reducción gradual de aportes patronales.

Al argumentar el rechazo a la propuesta, el diputado kirchnerista Axel Kicillof sostuvo que “la reforma tributaria forma parte del paquetazo de reformas neoliberales que el Gobierno tuvo escondida toda la campaña y vio la luz ni bien terminaron los comicios”. “Es inefectiva para los propósitos que enuncia. Le perdona impuestos a los que más ganan y carga a los consumidores”, sentenció.