El intendente de Pinamar, Martín Yeza, presentó una denuncia en la Unidad Funcional de Instrucción Descentralizada Nº4 del distrito, luego de tomar conocimiento de la venta de entradas para la realización de tres fiestas electrónicas en la localidad de Ostende que nunca se concretaron, y de una cuarta pautada para este viernes, con improbable concreción.

Según indica la presentación realizada por el jefe comunal, los tickets comercializados tenían un valor de 350 pesos y estaban destinados a una serie de fiestas que iban a tener lugar en el parador de playa situado en calle Bartolomé Mitre y Nuestras Malvinas el miércoles 17 de enero (auspiciada bajo el nombre La Fontana), el sábado 20 de enero (Smile festival), el martes 23 de enero (Wally fest) y el citado evento de este viernes 26 de enero (Trendy).

 

 

 

Además de asegurar que nunca existió en el municipio ningún expediente de habilitación para la realización de las citadas fiestas en ese lugar, Yeza aclaró que tampoco se registró aprobación alguna cuando la organización del ciclo de eventos intentó efectuar el primero de los espectáculos en el predio del casino de Valeria del Mar y los bomberos, de oficio, se lo impidieron.

A la fiesta debut que tenía horario de apertura a la hora 23, según quedó registrado en las redes sociales, podían llegar a asistir hasta cuatro mil personas. Un dato muy particular del caso es el valor que registraban los tickets de ingreso: $1.

 

 

Yeza recibió tantos pedidos de padres de los jóvenes damnificados que decidió realizar la denuncia, a fin de poder dar una respuesta sobre las pasos a seguir. El intendente se presentó este miércoles 24, dos días antes de lo que iría a ser el cuarto y último evento del ciclo de fiestas llamado Pinamar Summer Festival.