Se vienen días bellísimos para la costa atlántica norte bonaerense. De menor a mayor, el sol brillará cada vez más fuerte rumbo al domingo. A no olvidar el protector.
Luego del vendaval que llevó a las comunidades costeras a suspender las clases del turno mañana durante el miércoles, las mejoras climáticas avanzaron hacia la normalización antes de que terminara esa misma jornada.
Y entonces desde este jueves la cuestión variará para el lado del buen tiempo. Mejor dicho, del muy buen tiempo. A paso lento, durante los siguientes cuatro días, las máximas oscilarán en promedios de los 23 a los 26 grados, con índices superiores en determinados horarios de mediodía y primera hora de la tarde.
Según los pronósticos, ya con cielos completamente despejados, el gigante amarillo comenzará a sentirse con fuerza y brindará un fin de semana más que primaveral. Las buenas noticias vienen acompañadas de otras que quizá no lo sean tanto: el viento, que tendrá relativa intensidad desde el sector norte, aunque de ahí también provendrá la generación de calor.
Aunque el viernes será un día más fresco que el jueves y el sábado, ese descenso pequeño de la temperatura durante el último día hábil de la semana, será la antesala de un repunte soñado. Las máximas del viernes, que no bajarán de todos modos de los 20º, se convertirán en mayores a 26º durante el sábado.
Si todo marcha según lo que dicen los satélites, pero fundamentalmente, según lo que disponga la naturaleza, el domingo será el broche de oro de cuatro jornadas para el recuerdo. A la playa.