La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, llegó a la Argentina para participar del primero de los cinco encuentros que se celebrarán a lo largo del año en el marco del G-20 y consideró como muy positiva la gestión de Mauricio Macri.
“Los primeros dos años de gobierno han sido asombrosos; y esto lo digo como ex ministra de Finanzas de Francia y como actual directora gerente del FMI”, resaltó la titular del cuestionado organismo en una entrevista con el diario La Nación.
Al explicar los motivos de su apreciación, Lagarde expresó: “En estos años, las autoridades económicas han logrado tanto en términos de política monetaria, de la reorganización del gasto público para hacerlo más eficiente y de reducir la presión impositiva, adoptar las reformas que permiten la libre competencia y alentar el desarrollo de talentos. Todo es muy impresionante y coincide con la determinación de la Argentina de restaurar su situación y lograr el regreso del país en el círculo internacional de las naciones”, avaló la dirigente.
En esa línea de elogios, la máxima referente del FMI llegó incluso a añadir que el gobierno de Macri “ha hecho tanto en lo que se ha dado en llamar gradualismo, que no lo encuentro gradualista para nada”.
Al respecto de ese ítem, ahondó: “El gobierno ha sido profundo en las reformas, ha lidiado con los problemas no en una manera superficial, sino en un modo muy determinante. Pero lo ha hecho con la decisión de lograrlo en un tiempo suficiente como para que las reformas sean sustentables y el crecimiento económico sea perdurable, para lograr bajar el déficit primario en 2019 y empezar a bajar el nivel de la deuda a partir de 2020”.
Aunque en octubre de 2017 el propio FMI emitió un informe en el que advirtió a diversas naciones sobre los efectos negativos de la toma de deuda, Lagarde minimizó la situación que se vive en la Argentina desde la llegada de Macri a la Casa Rosada. “Es más justo analizar con un enfoque profundo la manera en que está compuesta la deuda pública argentina, porque una buena parte está en manos del mismo sector público, en pesos” entendió la dirigente.
En tal sentido, agregó: “Así que no hay una exposición masiva a los acreedores externos en bonos en moneda extranjera. La deuda en moneda extranjera con los acreedores privados alcanza a un 35% del PBI, un nivel que francamente no implica una carga demasiado pesada para la economía”, sentenció Lagarde para concluir.
