Icono del sitio Telégrafo

Espionaje a la familia Maldonado: acusan a un secretario de Bullrich

Bullrich recorrió instalaciones de la Policía Federal en Pinamar (Fotos Ricardo Stinco).

Se trata de Gonzalo Cané, secretario de Relaciones con los Poderes del Ministerio de Seguridad y enviado especial de Patricia Bullrich en la primera etapa del caso Maldonado.  La causa obtuvo finalmente el requerimiento que impulsa la acción penal, por parte del fiscal federal Guillermo Marijuán.

 “No me permito desviarme y analizar que invadieron mi privacidad porque no tengo nada que esconder, me jode pero ya tendré tiempo de ir contra todos, ahora la prioridad es Santiago”, había dicho en aquellos terribles días Sergio Maldonado, el hermano del joven desaparecido por más de 70 días y hallado muerto en Chubut.

El lunes pasado, el diario Página 12 publicó una de las pruebas centrales que permitieron el impulso de esta causa: un mensaje de texto que la cuñada de Maldonado envió como pedido de ayuda a Juan Carr, de la Red Solidaria, a tres días de la desaparición de Santiago, que apareció en el teléfono del comandante Méndez, a su vez reenviado nada menos que a Pablo Noceti, jefe de Gabinete de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Será ahora tarea del juez federal Daniel Rafecas desentrañar cómo y por qué llegó un mensaje privado de Andrea Antico a los teléfonos de estos funcionarios públicos, quienes además fueron piezas claves en la denuncia por encubrimiento, luego de que en declaraciones públicas de esos mismos días afirmaban que Maldonado jamás había estado en Cushamen.

Los peritajes de los teléfonos de los gendarmes intervinientes en la desaparición forzada revelaron, por ejemplo, que en el móvil de Fabián Méndez, jefe del Escuadrón 35 de El Bolsón, quien cumplió tareas esenciales en el operativo represivo del 31 de julio y 1° de agosto, apareció un mensaje con fecha 7 de agosto: “Andrea Antico y Sergio Maldonado van a estar en el Centro Cívico. Son matrimonio”.

También otros integrantes de las fuerzas habían elaborado un informe de los viajes de Santiago, obtenido de la base de datos de Migraciones.

Hace dos semanas, el hermano mayor del tatuador había relatado otros episodios de seguimiento ante la Cámara Federal, tales como haber escuchado al otro lado de su habitación en un hotel céntrico a alguien leyendo el discurso que había dado su esposa en Plaza de Mayo el 11 de agosto, o las llamadas que recibieron todos sus amigos y contactos con supuesta información oficial sobre Santiago.

 

Salir de la versión móvil