La cifra surge del denominado índice multidimensional (que mide la pobreza por dimensiones o derechos, y no por ingresos) que elabora el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA).
De acuerdo a los datos publicados por la entidad, más de seis de cada diez chicos son estructuralmente pobres en la Argentina. Esto quiere decir que actualmente hay 7.930.000 niños de hasta 17 años en esa situación en todo el país.
Lo más preocupante, sin embargo, es la tendencia: en 2017 la cantidad de chicos estructuralmente pobres creció dos puntos, a 62,5%, con relación a lo que sucedía un año atrás, cuando esa cifra era de 60,5% (7.680.000 jóvenes).
El índice multidimensional de la UCA tiene en cuenta la alimentación (si los chicos pasaron o no hambre), el saneamiento (acceso a agua corriente o inodoro), vivienda (los tipos de materiales con los que está hecha), salud (si visitan a un médico o si son o no vacunados), información (si tienen acceso a libros, teléfonos o Internet), y educación y estimulación (si asisten a clase, tuvieron estimulación temprana, entre otras cosas).
Según la radiografía elaborada por la UCA, un 5,9% de los jóvenes estuvieron en 2017 privados en cuatro o más dimensiones; 12%, en tres dimensiones; 18,4%, en dos dimensiones, y 28,7%, en una dimensión.
«La pobreza medida por dimensiones no está asociada directamente con la política de transferencias de ingresos», explicó Ianina Tuñón, del Observatorio de la Deuda Social Argentina. «Y el Gobierno tiene una mirada focalizada solo en bajar la pobreza por ingresos», planteó al respecto la especialista.