La sesión especial había sido solicitado por la oposición, dado que el oficialismo consideró que la rendición de cuentas 2017 de la gestión que conduce Gustavo Barrera ya estaba aprobada por una cuestión temporal. Tras el debate y antes de la votación, el bloque oficialista abandonó el recinto y, ante la falta de quórum, el encuentro fue suspendido.

El principal argumento de la bancada que responde al jefe comunal, es que la letra de la ley indica que si tras 60 días corridos desde la presentación de la rendición de cuentas, la misma no obtuvo tratamiento legislativo, se dará por aprobada. Según los cálculos expuestos, el plazo habría vencido durante la jornada de este miércoles.

El proyecto en tratamiento pertenecía al sector opositor y tenía por objeto rechazar la documentación elevada por el Ejecutivo para explicar lo realizado durante el 2017 al tener en cuenta los recursos percibidos, los gastos e inversiones.

El concejal Ignacio Paganini (Unidad Ciudadana) señaló que “a priori la rendición de cuentas está aprobada en la letra de la ley que reglamenta esta circunstancia”. “Estamos participando de un show para generar prensa y pegarle a la gestión y al intendente”, recalcó. También acusó a la oposición de “banalizar un momento institucional importante”.

Las críticas de la oposición fueron cuantiosas y sobre una gran cantidad de temas: desde obras sin ejecutar hasta el valor de las tasas, además del uso de los recursos y fondos afectados y las cuestiones político partidarias. “Este gobierno en cuatro años no tiene antecedentes, ha cambiado tanto de funcionarios que ya no sabemos quién nos gobierna”, sentenció el concejal de Cambiemos Miguel Cisneros.

En definitiva, con todo el arco opositor decidido a votar el proyecto de rechazo a la rendición de cuentas 2017 presentada por el Ejecutivo de Villa Gesell, el oficialismo optó por retirarse del recinto. Sin quórum, el presidente del Concejo Deliberante, el opositor Luis Baldo, no tuvo más remedio que levantar la sesión.