El fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, dictaminó en el proceso judicial de una mujer salvadoreña que había sido violada y agredida físicamente por su exmarido, que haber sido víctima de violencia de género en el país de origen no es motivo suficiente para recibir asilo en Estados Unidos.
En una decisión polémica, Sessions decidió hacer uso de su facultad de intervenir personalmente en el caso y revertir la decisión de una corte de apelaciones migratoria del Departamento de Justicia que había concedido asilo a la mujer salvadoreña.
Los tribunales migratorios operan bajo la órbita del Departamento de Justicia, es decir, forman parte del poder ejecutivo no del federal de Estados Unidos. Eso permite al fiscal general utilizar su facultad de tumbar fallos judiciales previos.
Según revela el diario El País de España, la decisión de Sessions podría tener implicaciones en cientos de peticiones de asilo en el país norteamericano.