El gobierno australiano autorizó a los granjeros del estado de Nueva Gales del Sur a disparar contra los canguros debido a la invasión de estos animales en sus fincas empujados por la severa sequía, que podría estar relacionada con el cambio climático.

La medida supone facilitar de manera temporal a este colectivo el acceso a las licencias para cazar canguros, que en situaciones normales están muy restringidas. La decisión fue tomada en el marco de la peor sequía de las últimas décadas.

El ministro de Industrias Primarias del mencionado estado, Nial Blair, aseguró que “los canguros que están cerca de las fuentes de comida y agua están poniendo una gran presión en las granjas y debemos revertir esto lo más pronto posible”.

Según informó la agencia EFE, el Gobierno federal y el de Nueva Gales del Sur ya han destinado más de mil millones de dólares para ayudar a mitigar el estrago causado por la sequía de este año, en el que en algunas partes del país han padecido el verano más caluroso.