Una reciente inspección del Ministerio de Trabajo de la Nación encontró múltiples irregularidades en casi la totalidad de los barcos que operan en el puerto del partido de General Lavalle.
Alfredo Bertonasco, Coordinador de Fiscalización del Puertos de la Nación, fue el funcionario encargado de detallar los alarmantes números surgidos del relevamiento realizado, cuando comprobó que más de un 90% de los trabajadores no se hallaban registrados.
Según detallaron desde la municipalidad de General Lavalle, las inspecciones se realizaron en cada uno de los pesqueros que atracan habitualmente en la Ría de Ajó, a donde el ministerio llegó para determinar las condiciones laborales y de seguridad de los empleados en el marco de diversos operativos realizados en los puertos del país, desde las regiones más australes hacia el norte.
La tarea se extendió desde la hora 18 del martes hasta la medianoche de esa jornada y continuó durante este miércoles en la mañana, con la presencia de más de 11 personas, entre las del Ministerio de Trabajo, la Superintendencia de Riesgos de Trabajo y personal de Afip de la ciudad de Mar del Plata.
Aunque aclaró que los barcos registrados eran pequeños y, en cuanto a la cuestión de seguridad no hubo falencias graves para enumerar, Bertonasco sí hizo hincapié en que hubo casos en los que encontró las cámaras de las embarcaciones abarrotadas de corvina, sin haber frenado esa situación la extracción y el acopio de las piezas “a granel” sobre la cubierta; algo que no está permitido.
En paralelo, Ricardo Kren, interventor en el puerto de General Lavalle por parte de la Federación de Estibaje en Puertos Argentinos (FEPA), detalló otros pormenores que viven los trabajadores del lugar: “Llegan a descargar entre 10 y 14 mil cajones por noche, a mano, sin la ropa adecuada y sin ningún tipo de cobertura, ni seguro ni obra social; mucho menos un sueldo en blanco y aportes previsionales”.
En declaraciones a la Revista Puerto, Kren agregó, indignado: “Se trabaja a fuerza bruta, no hay guinches, pero podrían darle guantes, botas, fajas… no tienen nada”, sentenció.
Por último, responsabilizó a los armadores: “Se ahorran cifras importantes al mantener las condiciones de precariedad en el muelle de Lavalle. Una vuelta de cajón en dicho puerto tiene un costo para el armador de 25 pesos. El mismo servicio de estiba realizado en Mar del Plata roza los 70 pesos. Los dos últimos años no fueron buenos, pero esta temporada hay pescado, subió el precio y hay demanda de los países africanos que lo compran, no tienen excusas para seguir explotando a la gente”, concluyó.
Las autoridades aseguraron que se elevará el informe al gobierno nacional y que se analizarán medidas futuras para regularizar estas situaciones, además de aplicar intimaciones y citaciones a los responsables de las embarcaciones.