Una fuerte lluvia obligó a suspender la primera final de la copa Libertadores

La Conmebol decidió posponer el partido entre Boca y River luego de que el estadio xeneize se inundara y las precipitaciones no cesaran.

Aunque la entidad programó el cruce para este domingo desde la hora 16, los pronósticos climáticos no son alentadores.

El campo de juego de la Bombonera quedó absolutamente anegado. De disputarse este 11 de noviembre, hay un dato a destacar: la Libertadores no se juega en día domingo desde hace 19 años.

La revancha definitiva será el 24 de noviembre en el Monumental.

El protocolo de Conmebol obliga a posponer 24 horas un partido suspendido por mal tiempo. Pero si las lluvias continúan, como indican todos los anticipos meteorológicos, todo pude cambiar. Habrá que tener en cuenta el estado de un campo que tendrá el agua acumulada de casi dos días de tormentas fuertes.

El árbitro chileno Roberto Tobar juzgó las condiciones del campo y, pese a que bajó la intensidad de la lluvia, el césped no pudo recuperarse en tiempo récord. En cinco horas llovió lo mismo que en todo lo previsto para el mes de noviembre.

 

 

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