Matilde Ontiveros fue la primera guardavidas mujer del país y comenzó su labor en las playas de Villa Gesell. Falleció el fin de semana pasado y en un emotivo acto, se resolvió que la rambla costanera lleve su nombre a modo de homenaje.

En el sector de playa a la altura de Alameda 301, donde Matilde empezó su carrera, se concentraron autoridades municipales, guardavidas, concejales, bomberos y vecinos. Allí recordaron a aquella mujer extraordinaria que supo hacerse célebre en una profesión, por entonces, de hombres.

En el marco del acto, y tal como era su deseo, sus cenizas fueron depositadas en el mar, pero no fueron simplemente arrojadas sino que la tarea la hizo a nado un numeroso grupo de guardavidas. También se descubrió una placa conmemorativa en el lugar y se colocó un cartel con su nombre.

 

 

El intendente Gustavo Barrera anunció que por decreto la rambla costanera llevará su nombre. La recordó como pionera de la playa, por su profesión y como dueña del balneario y anfitriona de turistas. Matilde desde su balneario era gestora de competencias, juegos y asados donde todos se divertían.

Su hijo Guillermo Mayoral la recordó en nombre de su familia y agradeció por la emoción que le produjo el acto. “Yo sé que lloran el recuerdo de mi madre en cada guardia, en cada salvataje. No existe la muerte, no muere quien se recuerda, no se olvida. Yo sé que cada uno de ustedes la recordará, por eso Matilde será eterna, Matilde será inmortal”, remarcó.

 

Matilde Ontiveros, nadadora excepcional desde los 8 años, fue pionera en la profesión de guardavidas al convertirse en la primera mujer del país en ejercer como tal. Ganó varios torneos y a los 15 años fue seleccionada para los Sudamericanos de Brasil. A los 30 años, y con sus dos hijos, se radicó en Villa Gesell, donde instaló un balneario. “Fue una mujer valiente, segura y feliz. Falleció a los 78 años en Buenos Aires y desde ese día es leyenda”, enfatizaron desde el municipio.