El presidente colombiano Juan Manuel Santos recibió este sábado el Premio Nobel de la Paz y pronunció un emotivo discurso en el que repasó el camino recorrido para llegar al fin del conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Al hacerse con el galardón, Santos remarcó que tras 6 años de “serias y a menudo intensas, difíciles negociaciones, puedo anunciar a ustedes y al mundo, con profunda humildad y gratitud, que el pueblo de Colombia –con el apoyo de nuestros amigos de todo el planeta– está haciendo posible lo imposible”. “La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado”, sentenció.

En otro tramo de su alocución, el Presidente citó a Gabriel García Márquez –volvería a hacerlo al final del discurso al calificarlo como su “aliado en la búsqueda de la paz”- para describir lo que provocó el triunfo del “no” en el plebiscito que rechazó el primer acuerdo. “Los colombianos nos sentíamos como habitantes de Macondo: un lugar no solo mágico sino también contradictorio”. “Como Jefe de Estado, entendí la trascendencia de este resultado adverso, y convoqué de inmediato a un gran diálogo nacional por la unión y la reconciliación”, agregó.

En tanto, vale destacar algunas de las lecciones derivadas del proceso de paz en Colombia que Santos se encargó de compartir con el mundo durante la ceremonia de los Premios Nobel. Llamó a “prepararse y asesorarse debidamente”, al analizar los fallidos intentos previos de paz, y a “fijar una agenda de negociación realista y concreta que resuelva los asuntos directamente relacionados con el conflicto, y que no pretenda abarcar todos los problemas de la nación”.

Además, instó a “adelantar las negociaciones con discreción y confidencialidad, para que no se conviertan en un circo mediático”. “Algunas veces, para llegar a la paz, es necesario combatir y dialogar al mismo tiempo”, reflexionó el mandatario.