Desde hace mucho tiempo la municipalidad de Villa Gesell apuesta por diversas mejoras en la reserva natural Faro Querandí, con el máximo objetivo de convertirla algún día en un Parque Nacional.

Aunque ese proyecto ha mostrado avances y retrocesos y aún deberá atravesar diversas etapas para su concreción, la comuna inició en paralelo un plan de manejo del área protegida con la incorporación, inicialmente, del primer cuerpo de guardaparques estable, que ya lleva más de tres años de operaciones.

En consecuencia, el control de los vehículos que ingresan al lugar, la realización sostenida de tareas de mantenimiento y educación, la instalación de un puesto de recepción de visitantes y un mirador, fueron algunas de las tareas cotidianas realizadas por el gobierno del intendente Gustavo Barrera en el último tiempo.

Ahora, la Secretaría de Turismo junto a sus técnicos y a los guardaparques municipales ha delineado un circuito para que turistas y geselinos puedan visitar y conocer la belleza de la reserva, un lugar único en todo el litoral marítimo de la República Argentina.

Las más de 5.757 hectáreas de dunas y pastizales junto a la costa atlántica con una extensión sobre ella de 21 kilómetros, tienen además un ancho variable de 3 kilómetros, donde la amplitud de las playas es uno de sus rasgos más característicos.

La reserva se halla ubicada en la región sur del partido de Villa Gesell, a 5 kilómetros de Mar Azul. Tiene acceso por la playa, a partir de la calle 47 de esa localidad y entre su preciada fauna se destacan sus aves playeras, tales como las gaviotas, gaviotines, playeros, chorlitos y ostreros.

En las dunas, se puede encontrar al famoso tucu-tucu y a la lechucita vizcachera. En los pastizales, en tanto, se pueden disfrutar del canto de innumerables y coloridas aves. También se pueden identificar las huellas de zorros grises, gatos monteses, ñandúes, peludos y mulitas que habitan este ambiente.

En el último tiempo la reserva fue elegida por la prestigiosa fundación Azara para realizar diferentes aportes, como carteles de señalética turística con la finalidad de brindarle a todos los visitantes la información necesaria y transmitirles el valor de este invaluable espacio natural.

La nueva cartelería, que brinda información sobre las características ecosistémicas y la diversidad de fauna y flora del ambiente de dunas costeras, ya forma parte de los dos senderos ecoturísticos existentes en el lugar.

Por un lado, un camino largo, denominado “Adesmia incana” de 5,5 kilómetros y por otro lado, un sendero corto, llamado “Los Senecios”, de 2,1 km. La zona dunícola cuenta con cartelería informativa, que da a conocer las normas de seguridad para circular dentro del área protegida.