A finales de enero, la Fundación Mundo Marino realizó una reinserción de seis tortugas marinas y advirtió sobre el peligro que el plástico representa para esta especie y demás fauna marina. Ahora, se rescató a otros cinco ejemplares de los cuales tres defecaron plástico.
Las tortugas verdes (Chelonia mydas) juveniles regresaron al mar después de recibir el alta médico veterinario de los profesionales de la Fundación. En un intervalo de 15 días, este es el segundo grupo que pudo ser reintroducido gracias a la colaboración de pescadores artesanales capacitados para rescatar y prestar primeros auxilios necesarios a estos animales en peligro de extinción cuando quedan presos en redes.
Desde la organización destacaron que, tal como aconteció con el primer grupo reinsertado en enero, durante el proceso de rehabilitación, se observó que tres de estas cinco tortugas defecaron plástico.
“Las tortugas marinas tienen dos grandes amenazas mar adentro: el enmalle por pesca industrial, donde no hay una observación permanente de las redes que permita detectarlas, y la basura, principalmente, el plástico”, explicó Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la institución sanclementina.
Los productos plásticos, además de obstrucciones intestinales, producen la acumulación de gases dentro del cuerpo del animal dando lugar a un cuadro comúnmente conocido como “chaleco salvavidas” que impide la inmersión y la correcta capacidad de buceo y alimentación de estas especies. “De esta forma, el animal no logra migrar en búsqueda de temperaturas más aptas y salen a nuestras costas con cuadros de hipotermia”, recalcó la profesional.