Por recomendación del Comité Científico de Especies Amenazadas, Australia declaró extinto a un roedor –el “Melomys rubicola”- por el impacto del cambio climático. Así se resolvió tras “estudios exhaustivos en todos los hábitats conocidos y sin que quede una duda razonable sobre la muerte del último ejemplar”.
El animal era muy común en el cayo Bramble, una de las islas que se encuentra a tres metros sobre el nivel del mar en el Estrecho de Torres, el paso entre Papúa Nueva Guinea y Australia, y era considerado el único mamífero endémico de la Gran Barrera de Coral.
Según explicaron desde el Ministerio del Medio Ambiente de Australia, “la evidencia indicaba que el impacto del cambio climático antropogénico en el nivel del mar, junto con una mayor frecuencia e intensidad de eventos climáticos que produjeron tormentas y niveles de agua extremadamente altos, particularmente entre 2004 y 2014, fueron los responsables más probables de su extinción”.
La última vez que se registró la presencia del “Melomys rubicola” fue en 2009, cuando se publicó un plan nacional de recuperación de la especie, pero “los efectos del cambio climático ocurrieron con mayor rapidez de lo que alertaron los científicos”, agregaron desde el gobierno australiano.
La existencia de este fue registrada por los europeos en 1845 en el cayo Bramble, donde abundaban, que con sus 40.000 metros cuadrados de extensión se eleva a tres metros sobre el nivel del mar. El cayo Bramble es un importante lugar de procreación para las tortugas verdes y varias aves marinas, además de tener un gran valor cultural para los indígenas del lugar.