De acuerdo a los últimos reportes brindados por el Incucai, en los primeros dos meses de 2019 se realizaron procesos de donación en más de la mitad de las provincias del país.
Si bien los resultados son dinámicos y deben analizarse con cautela ya que seguramente se modificarán al cierre del año, el dato inobjetable es que en el mes de enero pasado hubo 70 donantes reales -cuando el promedio de la última década para este mes era de 45- y en febrero hubo 60; lo que da un total de 130 procesos de donación y marca un crecimiento del 30% respecto del mejor enero-febrero histórico (con 100 procesos contabilizados).
En los meses mencionados se concretaron 169 trasplantes renales, 67 hepáticos, 10 cardíacos, 9 renopancreáticos, 2 pulmonares, 2 hepatorrenales y 1 cardiorrenal. Se realizaron también 221 procesos de donación de córneas. Actualmente, 7.581 personas se encuentran en lista de espera, el 76% a la espera de un trasplante renal.
La mitad de los donantes correspondieron a las provincias de Buenos Aires (30,8%), Capital Federal (12,3%) y Santa Fe (10%)
Según el doctor Diego Fernández, especialista en cirugía hepática biliar y páncreas y presidente de la Fundación Mar del Plata Trasplantes, “el gran quiebre lo produjo, en julio del año pasado, la sanción de la Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células 27.447 (más conocida como Ley Justina)”.
En agosto, mes de entrada en vigencia de la norma (reglamentada en enero), se registró un récord de 88 donaciones de órganos. El año 2018 cerró con una nueva marca: se concretaron 701 procesos de donación (un 18% más que los 630 del año anterior) gracias a lo cual 1.681 personas accedieron a un trasplante. Así, Argentina alcanzó la tasa de 15,75 donantes por millón de habitantes, la más alta en su historia, lo que la reafirma como referente en la región en Gg.
Menos rechazo
La nueva ley establece que toda persona capaz mayor de 18 años es donante de órganos y tejidos, salvo que en vida haya dejado constancia de lo contrario por la negativa. El rechazo, de acuerdo a los registros históricos del organismo, sigue siendo muy pobre. El 75% de las manifestaciones de voluntad son positivas y solo un 25% negativas.
Algo que sí se redujo es la oposición de los familiares de personas fallecidas a la donación: “Bajó del 45% al 16%. Lo que hizo la ley fue liberar a la familia de tener que tomar la decisión en un momento de mucho dolor por la pérdida”, señaló Fernández al respecto.