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La pena de muerte en Estados Unidos desciende al nivel más bajo en cuatro décadas

La justicia norteamericana impuso en 2016 el menor número de condenas a muerte desde que en 1976 el Tribunal Supremo reinstauró el castigo capital. Además, veinte personas han sido ejecutadas el año pasado, la cifra de concreciones de sentencias más baja desde 1991.

Los datos surgen del informe anual del Centro de Información de la Pena de Muerte (DPIC, por sus siglas inglesas), difundido la semana pasada. La pena capital hace de Estados Unidos, el quinto país en número de ejecuciones, una anomalía en el mundo desarrollado y democrático.

Pese a que el apoyo ciudadano ha disminuido en los últimos años, siguen siendo más los que respaldan (un 49%) las ejecuciones que los que se oponen a ellas (42%), según una encuesta de Pew Research. Aún así, es el primer año en 45 en que ese apoyo es inferior al 50%.

En cualquier caso, en el DPIC son optimistas. “Estados Unidos está en medio de un gran cambio respecto al castigo capital. Aunque puede haber ajustes y pasos hacia atrás ocasionales, la tendencia a largo plazo se mantiene clara”, escribe en el informe Robert Dunham, el director ejecutivo del centro, según refiere el diario El País de España. “Cada año el público está más incómodo con la pena de muerte”, aseveró el especialista.

La organización calcula que unas 30 personas han sido condenadas a muerte en 2016, un 39% menos que el año anterior. Y destaca que, por primera vez en más de 40 años, ningún Estado impuso diez o más sentencias a muerte. Solo cinco jurisdicciones han impuesto más de una.

Las 20 ejecuciones de 2016 representan un descenso de más del 25% respecto al año anterior. Solo cinco gobiernos acabaron legalmente con la vida de presos, el número más bajo desde 1983.

La brecha social es visible también en la política. El presidente estadounidense saliente, el demócrata Barack Obama, apoya la pena de muerte en casos extremos; el entrante, el republicano Donald Trump, la respalda sin matices. Mientras unos Estados nombraron en noviembre a fiscales que se oponen a las ejecuciones, otros hicieron lo contrario.

 

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