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Desde 1990 se triplicó la mortalidad por suicidio en adolescentes

El informe El suicidio en la adolescencia. Situación en Argentina, presentado por Unicef, advierte que la tasa de suicidios en los jóvenes se ha triplicado desde los años noventa en el país.

Se trata de la segunda causa de defunción en este grupo de edad, después de los accidentes de tránsito: en 2017, fallecieron 450.

El fenómeno está casi ausente en los medios de comunicación. Según datos de la Defensoría del Público citados por Romina Paolino, de la Dirección de análisis, investigación y monitoreo del organismo, entre 2016 y 2018, las principales cadenas televisivas argentinas solo informaron de dos suicidios adolescentes.

De acuerdo al informe, entre 2015 y 2017, último año con cifras oficiales, 12,7 de cada 100.000 adolescentes entre los 15 y los 19 años se auto provocó la muerte en Argentina.

 

 

Aunque se trata de un estudio inicial, con resultados no extrapolables, las cifras sí aportan algunas pistas. Un bajo nivel educativo, el único indicador de nivel socioeconómico disponible en los datos oficiales, triplica el riesgo entre los varones y casi lo duplica entre las mujeres.

Entre los factores desencadenantes, Unicef destaca la pérdida de una persona de referencia para el adolescente, ya sea la muerte de un familiar o una ruptura amorosa, por ejemplo; el desfase entre expectativas y logros de tipo educativo, laboral o familiar; y el blanqueamiento y sanción social de situaciones de violencia.

Otra recomendación presente en el estudio está también la necesidad de tener datos confiables respecto a suicidios y tentativas —que en la actualidad están subregistrados—, desarrollar protocolos específicos de atención para el sistema de salud, centros educativos y fuerzas de seguridad e incentivar la formación de líderes adolescentes en la temática para fortalecer el trabajo entre pares.

 

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