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Leonas de oro: reflejo de un efecto contagio que traspasa generaciones

Lima, Friday August 09, 2019 - Argentina ’s Women Hockey team sing the national anthem before starting the Women Gold Medal Hockey match against Canada at the Complejo Deportivo Villa Maria del Triunfo at the Pan American Games Lima 2019. Copyright Miriam Jeske / Lima 2019 Mandatory credits: Lima 2019 ** NO SALES ** NO ARCHIVES **

El seleccionado argentino de hockey femenino venció este viernes en la noche a Canadá por 5-1 en la final de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 con una gran actuación colectiva y se adjudicó la medalla dorada, además de garantizar su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2010.

El conjunto albiceleste logró así dejar atrás las frustraciones vividas en las definiciones anteriores en este mismo tipo de certamen, frente a Estados Unidos, tanto en los juegos de Guadalajara 2011 como en los de Toronto 2015.

 

 

Con los goles de Julieta Jankunas (2), Silvina D’Elía (2) y Carla Rebecchi, el equipo de Carlos Retegui se subió a lo más alto del podio y consiguió lo que fue la medalla 22° de oro para la Argentina, a partir de la cual la delegación nacional superó las 21 medallas doradas en los juegos del 2011 disputados en la citada ciudad mexicana.

En Las Leonas -al igual que sucede con la Generación Dorada-, se advierte el legado de equipo, que puede ganar o perder, pero que muestra con nitidez como continuar un camino marcado por grandes jugadores, que formaron grandes equipos, y que junto a grandes entrenadores armaron una especie de manual de procedimiento: la vara del compromiso, del profesionalismo y del valor del equipo por encima de los lucimientos personales.

 

 

Por supuesto, los resultados deportivos van a depender de jerarquías individuales. Una Luciana Aymar, jugadora extraordinaria y seguramente irrepetible, marcó una época, pero también fue una deportista que logró hacer mejor a sus equipos y compañeras.

Los Panamericanos se habían convertido en un trauma y no sólo hicieron derramar lágrimas en las Leonas: llegaron a sacar del sistema a una jugadora histórica como Soledad García. Lo sucedido en Guadalajara 2011, cuando las chicas perdieron por primera vez una final panamericana desde Indianápolis 1987 -que había sido la primera cita femenina de este rango para el hockey sobre césped-, fue el momento más duro para este equipo. La caída por 4 a 2 ante Estados Unidos resquebrajó la estructura y dejó al descubierto los rostros más tristes de muchas Leonas de enorme palmarés: la propia García, Luciana Aymar -nada menos-, Carla Rebecchi, Noel Barrionuevo, Charo Luchetti y tantas otras de peso.

 

 

Después, la situación se encarriló en los Juegos de Londres 2012: las Leonas terminaron siendo subcampeonas y sólo perdieron la final ante un intratable Holanda, aunque en ese camino rumbo al partido decisivo volvieron a perder con Estados Unidos. El mismo que volvió a amargarlas en la última final panamericana de Toronto 2015, ya sin la conducción de Luciana Aymar -retirada un año antes-, con varias piezas de recambio y el DT Santiago Capurro en el banco.

Esa historia cíclica, con un entrenador que arribó, se despidió y regresó una y otra vez como el Chapa Retegui, concluyó de la mejor manera en Lima 2019. Un logro que invita a soñar en Tokio 2020, la única recompensa que le falta al hockey argentino para sentirse definitivamente realizado a nivel universal en este deporte.

 

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