La noticia de su fallecimiento fue confirmada en Twitter por su representante, Rubén López. El reconocido cantante murió este viernes 13 de enero de un paro cardíaco, en la localidad de Luján, donde residía desde hace un tiempo en una quinta cercana a la Basílica y en donde también será velado.

Guarany tenía 91 años y había construido una importante carrera artística. A partir de clásicos como Si se calla el cantar -su canción emblemática-,Guitarra de medianoche, Milonga para mi perro y Regalito, entre muchos más, se ha convertido en uno de sus músicos más trascendentes del folclore argentino.

Nacido en Las Garzas, Santa Fe, el 15 de mayo de 1925, su verdadero nombre era Heráclito Catalín Rodríguez. Dio sus primeros pasos en el mundo de la música con la Orquesta de Herminio Giménez, cantando música paraguaya.

Elaboró 57 discos solistas lanzados a lo largo de una prolífica trayectoria que se inició en 1957, con un disco homónimo. En 1985 lo distinguieron con el premio Konex de Platino, por considerarlo el cantante más importante del folclore nacional.

También incursionó en el cine, con Argentinísima, de 1972, Si se calla el cantor, un año más tarde, y La vuelta de Martín Fierro.

Hombre de una potente voz sobre el escenario y de una gran verborragia bajo las tablas, Guarany solía realizar declaraciones muy particulares en cada uno de sus reportajes. Gustaba del buen vino, tanto en calidad como en cantidad. «Yo cojo todos los días. No tengo problemas», aseguraba Don Horacio, ya entrado en los 80.

Adentrándose en ese tema, era polémico: «La necesidad fisiológica del coito es más importante que la del estómago. Cuando el hombre siente el llamado del acto sexual y no tiene cómo ejercitarlo, se vuelve una fiera. Así están todos los días violando muchachas, viejas. Un jubilado, un viudo, ¿cómo consigue una mujer?».