El Senado aprobó por unanimidad la prórroga de la Ley de Emergencia Alimentaria, que incrementa en un 50 por ciento las partidas presupuestarias para los programas de alimentación y estipula el final de su aplicación para diciembre del 2022.
En una sesión que duró poco más de tres horas con una lista de solo 14 oradores, se reflejó la intención de realizar una sesión breve con el acuerdo previo de todos los bloques.
El proyecto reunió 61 votos, el total de los presentes, en una sesión que no contó con la participación del senador y candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio Miguel Ángel Pichetto.
Desde el oficialismo habló el titular del interbloque de Cambiemos, Luis Naidenoff, quien destacó que el oficialismo aceptó el desafío para «dar el debate sobre la pobreza».
El legislador subrayó que la emergencia alimentaria está vigente desde hace 18 años y justificó el endeudamiento acumulado en la gestión macrista por el aumento de las partidas destinadas a los planes sociales.
El titular del bloque Justicialista, Carlos Caserio, aseguró que el gobierno de Cambiemos «erró en cómo administrar el Estado y en cómo aplicar la política económica, porque el hambre no es una catástrofe natural».
«Esta ley nos interpela a todos los que tenemos responsabilidades institucionales. Estamos frente a una circunstancia trágica si en un país, que provee de alimentos a 400 millones de personas en el mundo, no resolvemos cómo alimentar a 15 o 20 millones de argentinos» apuntó.