“Argentina quiere ocupar su lugar en el orden del siglo XXI”, comenzó su discurso Mauricio Macri en la Asamblea de las Naciones Unidas celebrada este martes en Nueva York.
Horas antes, el propio presidente argentino acudió a la reunión que mantenían en esa misma ciudad su ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el director interino del Fondo Monetario Internacional, David Lipton, para insistir en la necesidad de recibir dinero con urgencia. El FMI se comprometió a nada, salvo a “proseguir el diálogo”.
El FMI no desembolsó en el plazo previsto, mediados de este mes, 5.400 millones de dólares correspondientes al préstamo de 57.000 millones concedido en 2018, y no parece dispuesto a hacerlo al menos hasta finales de octubre, cuando se hayan celebrado las elecciones.
Argentina tiene que hacer frente a devoluciones de deuda por un importe cercano a los 8.000 millones de dólares antes de fin de año. Puede esperar todavía unas cuantas semanas el dinero del FMI, pero si los dólares de Washington no llegan se encontrará en una situación angustiosa. La peor de las hipótesis, que el FMI retuviera indefinidamente el 22% restante del préstamo que falta por desembolsar, podría provocar un “default” unilateral como el de 2001.
Tras sumarse a la reunión que mantenían Lipton y Lacunza, respaldado por el director del Banco Central, Guido Sandleris, en el Consulado argentino en Nueva York, aprovechando la asamblea general de la ONU, Macri abandonó el lugar con rostro serio y no se detuvo a hablar con los periodistas. “Ha ido bien”, se limitó a decir mientras caminaba hacia su automóvil. El viaje a Nueva York podría ser el último de de Macri como presidente.
Tras la intervención personal para reclamar el desembolso, Macri llegó a la ONU
El mandatario argentino, quien aspira a repetir mandato cuando se celebren elecciones presidenciales en octubre, mencionó en uno de los tramos de su alocución en la ONU los atentados de 1992 a la embajada de Israel y en 1994 a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en Buenos Aires.
“Queremos que todas las personas involucradas a los atentados se presenten ante la justicia Argentina para que sean juzgados», dijo el mandatario y pidió el apoyo de Irán para que colabore con su país.
“La lucha de la Argentina contra el terrorismo es más firme que nunca”, agregó Macri, quien informó que ha creado un procedimiento para congelar los activos de personas que puedan estar vinculadas con el terrorismo.
Posteriormente, el presidente argentino hizo referencia a la violencia de género en su país y los avances para reducir las diferentes entre hombres y mujeres en el marco laboral. Macri dijo que se creó un sistema que previene y acompaña a mujeres víctimas de violencia y que se ha aprobado una ley de paridad para cargos públicos. “Sabemos que queda mucho por hacer, pero estamos seguros que no habrá vuelta atrás en los derechos y oportunidades que tienen las mujeres en mi país”, expresó.
Luego el representante del Ejecutivo argentino denunció la “violación de derechos humanos en Venezuela”. Macri dijo que “la dictadura de Nicolás Maduro ha sumido a Venezuela en una crisis humanitaria sin precedentes” y agregó “El éxodo de venezolanos amenaza la estabilidad de la región”. De inmediato realizó un llamado a la comunidad internacional a “utilizar todas las herramientas diplomáticas y jurídicas disponibles para revertir esta situación y que Venezuela vuelva a ser libre y democrática«.
Por último, entre otro de los tramos destacados de su exposición, el mandatario se pronunció sobre la soberanía de las Islas Malvinas e hizo un llamado al Reino Unido a retornar a negociaciones “para hallar una salida pacífica y definida a la disputa”.