El colectivo estaba por partir desde Rafael Castillo hacia Las Toninas con un grupo de alumnos de una escuela primaria para realizar un viaje de fin de curso. No obstante, una prueba de alcoholemia evidenció que el chofer tenía 1.39 gramos de alcohol en sangre.
Según señalaron diarios nacionales, el conductor del vehículo –un hombre unos 60 años identificado como Pedro Correa- fue trasladado a la comisaría de la zona y demorado por algunas horas. El colectivo finalmente pudo partir hacia la localidad costera con otro chofer asignado.
El control de alcoholemia había sido solicitado por un grupo de padres, el cual fue realizado por inspectores de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT). Se comprobó así que el sujeto tenía 1.39 gramos de alcohol en sangre.
Una vez que se constató que el test de alcoholemia dio positivo, y con la tragedia de Lezama todavía fresca, los padres de los chicos increparon al chofer e intentaron agredirlo.
En diálogo con la señal de cable TN, el subdirector de la CNRT, Jorge Ceballos, detalló que la Policía prestó su apoyo y el chofer “rechazó hacerse la contra prueba”, además de no haber realizado “ningún descargo”.
Finalmente, el micro con alumnos de una escuela primaria de Rafael Castillo salió rumbo a Las Toninas con un nuevo chofer asignado.