El Frente de Todos logró sortear la resistencia de Juntos por el Cambio y, pasadas las cuatro de la madrugada de este sábado, con el respaldo de 41 senadores frente a 23 votos negativos, consiguió convertir en ley el megaproyecto de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en la emergencia económica.
Aunque la mayoría de los votos provinieron del bloque del Frente para Todos, el oficialismo consiguió sumar el respaldo de otros tres senadores: Lucila Crexell -antigua militante del Movimiento Popular Neuquino, atraída a las filas de Juntos por el Cambio por Miguel Pichetto, pero que formó un bloque unipersonal cuando llegó al Senado-, el exgobernador de Río Negro Alberto Weretilnek y Carlos Reutemann, que renovó por última vez su banca con los colores del macrismo.
El miembro informante de la iniciativa, el senador por Córdoba, Carlos Caserio (Frente de Todos), explicó los principales aspectos del proyecto destacando la necesidad de su aprobación inmediata. Numeró los guarismos existentes en pobreza, indigencia, desocupación, perdida de salario real, caída de compras y el incremento de la deuda externa superior a los 276 mil millones de dólares.
El legislador por Córdoba defendió las decisiones de suspender los ajustes automáticos de los haberes jubilatorios por 180 días, de aplicar un impuesto del 30 por ciento para los que adquieran moneda extranjera y pedir un 3 por ciento más en las retenciones de los distintos granos.
La ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva declara la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social.
En el marco del artículo 76 de la Constitución Nacional, se delega en el Poder Ejecutivo las facultades comprendidas en la presente iniciativa hasta el 31 de diciembre de 2020.