Como consecuencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de Covid-19, la entrega y capacitación otoño-invierno realizada año tras año en Villa Gesell por el programa Pro-Huerta del Ministerio de Desarrollo Social y el INTA, junto al municipio funcionará de manera diferente.
Según informaron desde la Comuna, con la colaboración del Vivero municipal, la entrega será con previa inscripción, la cual podrán realizar desde el lunes 13 al jueves 16, únicamente vía mail o telefónica.
Los interesados de 9 a 12 al teléfono 450460, o a los correos electrónicos roman.andres@inta.gob.ar y viverovg2015@gmail.com.
Para realizar la inscripción, se deberá consignar datos personales como apellido y nombre, número de DNI, dirección, número de teléfono y correo electrónico.
Con las medidas preventivas pactadas previamente, en la semana del 20 al 24 de abril, se estarán realizando las entregas de las especies para la siembra de la temporada otoño-invierno, a lo que se sumará también material informativo.
COVID-19 | ¿Cómo funciona la distribución de semillas de ProHuerta?
as semillas son un recurso estratégico en el trabajo junto con agricultores familiares, instituciones y familias en situación de vulnerabilidad social.
Conocé los criterios actuales 👉🏽 https://t.co/ozUD8dXcbX pic.twitter.com/YiGlNg5BKs
— ProHuerta (@prohuerta) April 7, 2020
Sobre el Pro-Huerta
El Pro-Huerta es una política pública, implementada por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación a través del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, que permite realizar un abordaje integral de las diferentes realidades que plantea el vasto territorio argentino.
Este abordaje territorial e integral llega a las familias productoras a través de la promoción de la producción agroecológica, tanto para el autoabastecimiento, la educación alimentaria, la comercialización en ferias y mercados alternativos y el rescate de especies, saberes y costumbres populares, con una mirada inclusiva que valora y potencia la diversidad.
Esta práctica productiva promueve el uso de técnicas amigables con el medio ambiente, el aprovechamiento de recursos locales y el uso de tecnologías apropiadas que mejoran el hábitat y la calidad de vida de las familias productoras y todo su entorno y toda su comunidad.